Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
VIAJE A LA AMÉRICA MERIDIONAL I



Comentario

CAPITULO V


Vecindario, costumbres y riquezas de Guayaquil y

diferencia de vestuario en las mugeres



403 Es la ciudad de Guayaquil una de las mas pobladas, segun su capacidad, que hay en las Indias porque el comercio la tiene siempre llena de gente forastera, y esta aumenta mucho la de su vecindario, que llegará, segun el computo hecho, á veinte mil almas de todas edades, sexos y calidades. Mucha parte de sus moradores distinguidos son europeos casados y establecidos yá en ella; y fuera de estas familias y otras de criollos del mismo caracter, todo lo restante se compone de castas, como en las otras ciudades, de que antecedentemente se ha dado noticia.



404 El conjunto de aquellos vecinos está distribuido en varias compañias de milicias, con distincion de calidades y castas de personas, y, con esta providencia, ellos mismos son los defensores de su patria y hacienda. Los europeos forman una de estas compañias, que llaman de forasteros, y es la mas numerosa y lucida entre todas porque, sin reparo en la calidad ó esphera, toman las armas quando se ofrece la ocasion y acuden á las ordenes de sus oficiales, los quales son nombrados entre sí de aquellos sugetos que, haviendo servido en España, tienen mas expediente y conducta en las resoluciones marciales. El corregidor es el cabo principal de las armas, y, despues de este, hay un maestre de campo y un sargento mayor que disciplinan y tienen el govierno economico de las otras compañias.



405 Aunque no es el temperamento de aquel país menos cálido que el de Panamá ó Cartagena, se particulariza su clima en la procreacion de las criaturas racionales; y, si algun autor, escribiendo de él, le ha llamado Países Baxos equinociales por la semejanza que goza su terreno con los Países Baxos de Europa, no menos puede con toda propiedad darsele el mismo nombre por la distinguida particularidad de que en él, fuera de aquellos que tienen mezcla de sangre, son todos sus hijos rubios y de tan perfecta formacion que logran la prerrogativa de la hermosura no solo en aquella provincia de Quito pero aun en las demás del Perú. Dos cosas se harán reparables en este assumpto por ser contrarias á la comun opinion; la una que, siendo aquel país tan cálido, no sean sus naturales trigueños, y la otra que, no teniendo los españoles por naturaleza el cutis tan blanco como las naciones del norte, sus hijos allí sean rubios, esto es, los habidos en muger española. Yo no hallo razon que pueda resolver del todo la dificultad porque, aunque se quiera atribuir al efecto de algunos efluvios del rio por la inmediacion que tiene á él la ciudad, no juzgo que esto sea de bastante fuerza quando otras muchas ciudades gozan el mismo privilegio de la situacion sin obtener el de la blancura. Esta es allí en tal grado que hay muchos albinos, y todos los pequeños tienen el pelo y cejas rubias acompañadas de hermosura en sus facciones.



406 A estas prendas personales con que tan señaladamente dotó naturaleza á los de aquel país, ha agregado las del agrado y obsequio, que no brillan menos que la antecedente, y assi sucede que, pagados de ellas los europeos quando llegan á detenerse allí algun tiempo, hagan frequentemente su establecimiento casandose sin que les pueda mover á esto la codicia de los dotes, como sucede en otras ciudades, porque no son tan grandes los caudales de sus habitadores.



407 Aunque se semeja mucho el vestuario que usan en Guayaquil las mugeres al de Panamá, no tanto que dexe de tener alguna diferencia, y consiste en que, a mas de las polleras, acostumbran faldellin en su lugar quando concurren de visita ó están de festividad en sus casas. Este ropage, que no es mas largo que la pollera, está abierto por delante cruzando el un lado sobre el otro, y lo adornan con mucha ostentacion y costo, pues, sobre la tela principal, lo ribetean ó guarnecen con unas faxas de media vara de ancho de otra tela superior, la qual vuelven á cubrir con muchos encajes finos, franjas de oro y plata y cintas sobresalientes, formando de uno y otro varias labores y simetría tan vistosa que queda el ropage muy lucido y no menos hermoso. Quando salen á la calle y no quieren llevar manto, usan mantillas grandes de bayeta musca clara, igualmente guarnecidas de faxas anchas de terciopelo negro, pero sin encajes ni otra cosa. El cuello y brazos no están menos adornados de cadenas, perlas, rosarios, manillas y corales que en Panamá, y en las orejas, además de unos zarcillos muy llanos de pedrería, ponen unas borlillas de seda negra del tamaño de avellanas, á la manera de un botón despeluzado y guarnecido de perlas que llaman polizones, las quales son muy vistosas.



408 No es aquella ciudad sobresaliente en riquezas aunque su comercio pudiera juzgar lo contrario, y es la causa en parte de los dos horribles saqueos que ha padecido y en parte los incendios porque unos y otros la han atrassado considerablemente assolandola ó convirtiendola en ruinas; y aunque sus casas no se componen, como tengo dicho, de otro material que madera y el costo de esta se reduce solo á cortarla y conducirla por la abundancia que hay en aquellos montes, con todo excede el de una casa de 15 á 20 mil pesos y muchas veces mas segun su capacidad. A esta suma llegan los jornales de los que la labran, y el hierro, que es muy caro; con que, los europeos que logran ponerse allí en un razonable pie de caudal, quando no tienen bienes raices que los detengan, suelen transferirse con sus familias á Lima ú otra ciudad del Perú donde lo puedan lograr con menos sobresaltos de enemigos y elementos. No obstante, hay caudales medianos que llegan á 50 ó 60 mil algunos y menores muchos, pero estos no hacen eco por allá, á vista de los que hay en el Perú, segun iremos viendo.